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Es posible alcanzar una vida sin estrés

Una singular clínica ofrece un sitio para descansar la mente y renovar por completo el cuerpo

Cristina Salmerón
El Universal

Lunes 19 de mayo de 2008

¿Siente que la cabeza va a explotarle?, ¿Su cuello y hombros parecen una estructura rígida que presiona a todo el cuerpo?, ¿Siente que las prisas y presiones son su estilo de vida? Si respondió afirmativamente, la Clínica del estrés puede tener un paciente en puerta.

Se trata de un concepto de establecimiento al que ingresan personas con serios problemas de estrés. Los instructores no están vestidos como médicos —con bata blanca y estetoscopio— sino más bien dan el aspecto de guías espirituales. Las camillas se cambian por un tapete de yoga y en lugar de suero y aparatos médicos hay música que induce a la relajación, incienso y velas. Un sitio para descansar la mente que promete dejarnos como nuevos.


Una forma de alejar las penas

La Clínica del estrés está de estreno, aún no cumple el año de haberse abierto, su staff lo conforman especialistas con años de experiencia en kundalini yoga.

“Empezó por la necesidad de atender esta situación que afecta en diferentes ámbitos a las familias, los trabajos”, explica Leticia Girón, quien junto con Carmen Moreno y otros instructores de yoga iniciaron el proyecto.
Su programa enseña a los pacientes cómo trabaja la mente, el cuerpo y el estrés que daña el organismo y por ende, las actividades cotidianas. “Esta técnica va dirigida a toda la gente que tenga y sienta que ya no puede más con su nivel de estrés”, dijo Girón.

Para quitar esa pesadumbre acumulada se trabaja con ejercicios de respiración y relajación incluidos en el Kundalini yoga. Los alumnos aprenden a respirar para tener una mente más clara, ya que así se toman mejores decisiones.

Explica la instructora, que hay situaciones de estrés en todo momento: al elegir carrera, empezar a trabajar, tener hijos. También afectan las crisis financieras —que perjudican más cuando se está muy apegado a lo económico—, la muerte de un ser querido, o el término de una relación.

Añade que son ciclos que se repiten cada siete años, cada fin e inicio implica una crisis de estrés. Se dispara y afecta al cuerpo, activa y desactiva órganos y sistemas hasta que favorece la aparición de una enfermedad.

Fisiológicamente, el estrés afecta la presión, digestión, a la piel, el sueño, entre otros. Sin embargo, en cada caso hay un determinado nivel de gravedad y en la clínica se atienden desde casos leves hasta críticos.

Los más graves son canalizados al programa intensivo, pensado para seis semanas con sesiones de cuatro horas diarias. En él hay trabajo profundo dirigido a personas fuera de actividad por algún problema serio de estrés que no les permite concentrarse.

Si atender al estrés es algo necesario, mas no urgente, se puede ir al taller semanal que se da a lo largo de ocho meses.

“Está comprobado que la gente se deshace de un hábito para aprender otro. El enojo y sus reacciones es un hábito que se aprende a través de verlo y repetirlo, así que aquí, con ejercicios de respiración y meditación es posible cambiarlo”, concluyó Leticia Girón.

Si desea completar las sesiones antiestrés, puede visitar el SPA de Jiva, donde se viven experiencias de sanación, renovación, motivación, equilibrio y quietud a través de masajes y faciales.

La Clínica del estrés tiene como sede a Jiva (avenida de La Paz 32, San Ángel). Para mayor información sobre sesiones y cursos llamar al 5681-3550 o escribir directamente a:

leti_giorb@yahoo.com o visitar www.consultores.com.mx/clinicadelestres

Lea la nota original en:
http://www.eluniversal.com.mx/estilos/57821.html